Wednesday, February 17, 2010

¿Le respondo? ¿Le sigo la corriente?...



…Chuta lo que me dijo, que se cree ese tal por cual, miren el comentario malintencionado...ya va a ver nomás...esto no se va a quedar así…
Claramente en este exabrupto he obviado los garabatos y todo el rosario clásico que aflora instantáneamente cuando a alguien le sacan los choros de canasto como se dice o le tiran la mala onda.

Todos en algún momento hemos recibido estás patadas al espíritu o de igual modo hemos proferido sarcasmos, ironías o comentarios maliciosos a otras personas, a veces conscientes, inconscientes, como sea el resultado es que generalmente el o la que lo recibe, paga las consecuencias: se pone a llorar, le duele la cabeza de rabia, se quiere vengar, o incluso devolverle con la misma moneda o peor….acción-reacción.

Realmente se justifica que uno se enrabie o le de pena si alguien que tu quieres sobre todo, te trate de cagar la onda, en buen chileno.

Pero ¿Qué podemos hacer frente a una circunstancia tan común y pan de cada día en nuestra sociedad? No quiero pensar negativamente y creer que hay seres que adrede buscar perjudicarte, mejor es atribuirles que se sienten mal consigo mismos, están nerviosos, depresivos, etc. y como no logran una armonía interior, o visualizar su lado oscuro, intentan mirar la paja en el ojo ajeno, o simplemente descargar ese pesimismo con el primero que se cruza o a veces con aquel o aquella que contradictoriamente más quieren.

Ahora es normal que si alguien recibe un comentario hiriente, le duela o le de ira, raro sería que le fuese indiferente, el punto creo es no seguirle la cuerda…es como que la energía negativa de la persona, busca alimentarse….y si uno le compra o le sigue su juego, identificándose con “eso que me dijo”, o “cuanto me dolió el insulto” o la miradita fea, ahí se genera una cadena negativa. En el peor de los casos se llegan a los golpes, a la violencia física y agresión.

Entonces como es tan predecible ese circuito, mejor es que ante cualquier ofensa, comentario o lo que sea que pretenda alterarnos o sacarmos de nuestro estado de tranquilidad, vale la pena estar alerta, y en vez de destinar nuestra energía en devolverle el insulto al otro, tratemos de hablarnos a nosotros mismos, diciendo, “no lo pesques, escúchalo, obsérvalo”, por ultimo tirale una talla o has algo que lo descoloque, ahí esta el misterio que cada cual debe descubrir…pero encuentro demasiado desgastante e injusto tener que achacarse por cosas que ni siquiera son tuyas.

Bueno y lo mismo si es al revés, si nos levantamos con el pie izquierdo y tenemos ganas de echarle la caballería encima al viejito del negocio porque se demora tanto en atendernos o a la señora con la guagua que está haciendo taco en la vereda, etc.…también vale ponerse alerta y decir ¿pa´ qué que urjo tanto?…¿qué culpa tiene el otro? O más bien ¿vale la pena, desgastarse?, insisto.

No comments: