Tuesday, September 23, 2008

Mejor cesante despierto que dormido




Estudiar para “ser alguien” en la vida, egresar del colegio e ingresar a la Universidad, elegir una carrera, titularse y ….trabajar, así es la mecánica de la vida para el 99,999 …% de los individuos de este país al menos.

Así más o menos consciente, alegres, enrabiados o deprimidos vamos sumergiéndonos en esta rueda de la fortuna, sin duda un momento anhelado para muchos es por fin tener tu peguita, si te pagan 100 luquitas al comienzo, bueno de a poco se va escalando hasta que algunos logran su palo y medio y más, pero me quiero referir al chileno medio.


Cuando se llega a ese punto en que se tiene un trabajo estable y con buen sueldo (la cantidad la agrega Usted querido lector), la vida se torna mejor. Si se es soltero o no se tiene hijos, uno la ahorra, o invierte en un autito, un computador, invitar a salir a comer a su amada, comprarle un regalo a la mamá, etc. Si se tiene hijos, ya se piensa en ellos, en brindarles las comodidades necesarias para su desarrollo, comprarles ropa, pañales, leche, juguetes, etc.


Lo único que importa es definitiva es la plata a fin de mes, eso vale en estos tiempo, al punto que el 80% de los chilenos hacen la pega por cumplir, por las Lucas, aunque detesten lo que hacen o lo que estudiaron. Porque pudiendo cambiar de opción, ya es una ilusión, pues con mayor razón si se tienen bocas que alimentar y un arriendo que pagar.


Distinto es aquel que hace lo que le gusta y más encima le pagan y no tiene la imperiosa necesidad de llegar con plata a la casa, o más bien no tiene grandes gastos. El joven entre 25 a 35 años, soltero que vive con los papás aún, que somos bastantes en estos tiempos.


El gran tema entre mis pares es sin duda el trabajo, la pregunta del millón: ¿Qué estay haciendo?.
Y todo bien mientras uno esté desempeñándose en algo que le gusta y que estudió.
Pero ¿Qué pasa cuando todo se viene abajo, o por alguna razón se pierde el trabajo?, se acabo el reemplazo, o hay reducción de personal.


Muchos quedan desnudos, no saben que hacer ante la ausencia laboral, con mayor razón si es una persona que siempre tuvo trabajo estable y buena paga, es una situación dramática por decirlo de algún modo.


Pero sea como sea la experiencia de quedar “desocupado”, son pocos los que saben aprovechar esos instantes de “ocio”. Pues cuando están con pega se quejan se que no les queda tiempo para nada y cuando pierden el empleo, se angustian porque no tienen nada que hacer.
Y a veces esos vacíos que muchos hemos tenido, podemos aprovecharlos sabiamente, cosa que pocos individuos hacen. Hay algunos que se desesperan y buscan trabajo en cualquier cosa, “en lo que sea”, y eso por un lado es positivo, claro que sin irse a los extremos, ahí es saludable bajar la efervescencia, y pensar con claridad que quiero hacer y donde me gustaría trabajar o desarrollarme.


Pero hay personas que nose si para bien o para mal se acostumbran a estar cesantes o desocupados, no son proactivas, y se van quedando dormidas en los laureles. Yo un tiempo estuve así cuando egrese de la U, el año 2000 hasta el 2003 aproximadamente. La inercia es tan fuerte que uno se va acostumbrando a no hacer nada productivo, y cuando se tiene 23 o 25 años podría ser aceptado como parte del desarrollo, pero cuando ya se tiene más de 30 y se sigue en la misma línea, no se que beneficios puede acarrear.


Hoy en día creo que pese a lo negativo de estar sin pega, se puede sacar provecho al no hacer nada, de partida la tecnología está al alcance de nuestra mano.


Si estás cesante, tienes tiempo de hacer un blog personal, donde si te gusta escribir, incluyas tus escritos, así al dejar llevar la imaginación o la inspiración, te sumerges en la creatividad y eso estimula tu cerebro a crear nuevas formas de buscar trabajo, crear un proyecto, una idea, mil cuestiones.


Lo bueno de estar cesante es que puede asistir a un montón de actividades como conferencias, charlas, ciclos de cine, tocatas, recitales poéticos, etc. Hay muchas actividades de ese tipo que son gratuitas especialmente en ciudades como Concepción, Valparaíso, Santiago (son las que más conozco).

En estos contexto se conoce gente y así se estrechan lazos, y uno va creando una red de contactos y nuevas amistades en el mejor de los casos.


Y que decir de darse el tiempo para hacer actividad física, que va desde salir a trotar o meditar durantes 20 minutos. Prácticar algún deporte sin duda que aparte de tonificarte, te estimula la mente, uno se siente más lúcido y con más energía.


En fin…creo que aprender a verle el lado positivo a estar desocupado o cesante, sin duda me ha traído beneficios en mi vida profesional y personal, esferas que a la corta o a la larga se funden en una sola.


El hecho más visible que recuerdo que cuando salí mal en el exámen de título, tuve que dedicarme a mi proyecto o tesis, y no me pude abstraer de no leer o estudiar los temas para estar mejor preparada, aunque en ese tiempo detestaba ojear un libro, no aguantaba leer muchas hojas.
Pero lo tuve que hacer y aunque después di un mejor exámen, finalmente de todo ese show medio amarguito y latoso, mi gran herencia fue el gusto a la lectura….hace ocho años los libros se convirtieron en mis aliados, en todos estos años me han llevado por caminos que nunca imagine transitar.

El punto es que de algo negativo siempre podemos sacar el lado provechoso...A eso quería llegar con este largo y analítico texto

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