Saturday, May 10, 2008

Sexualidad en el embarazo

(Versión completa del reportaje publicado hoy sábado en la revista de Crónica)


…”No mi amor…mejor no lo hagamos. Tengo miedo de causarle daño al bebé”, exclama agitadamente Gonzalo a su esposa Lorena. Ambos están a punto de satisfacer su deseo sexual, pero como les han dicho que es peligroso, no les queda otra que aguantarse.
¿Que pareja no ha visto frustrado su apetito carnal por culpa de los mitos? que se puede dañar al bebe, que se corre el riesgo de aborto, etc. Así para felicidad de los futuros padres, llegó la hora de romper las falsas creencias para gozar en plenitud del sexo.
“Muchas parejas se abstienen de hacer el amor en el embarazo por miedo a sufrir una pérdida del bebé, y eso es erróneo: se puede tener relaciones sexuales en la totalidad de este periodo, ya que como el embrión flota en el líquido amniótico está bien resguardado del impacto que podría generar el pene al interior del útero, por lo tanto no hay riesgo de aborto”, afirma el gineco-obstetra, Fernando Heredia Muñoz.
Según el profesional, la abstención es una posibilidad si una mujer ya ha tenido abortos, pérdidas espontáneas o partos prematuros, sangramiento o dolor vaginal posterior al coito, también si hay signo de rotura de rotura en la membrana que envuelve al feto, pues si se pierde líquido amniótico es peligroso.
Durante las primeras semanas de gestación también está contraindicada la actividad sexual si la mujer posee una placenta de inserción baja (muy cercana al cuello uterino), o si éste último está muy abierto a causa de partos anteriores, por cierto, cuando hay enfermedades de transmisión sexual y Sida. “El resto de lo que se dice no es cierto”, aseguró su colega el Dr. Enrique Henning.
Por su parte Henning derrumba otra gran creencia: que el semen provoca contracciones en el útero. “Es efectivo que el líquido seminal contiene una hormona llamada prostaglandina, pero ésta sólo puede provocar un riesgo de aborto en caso que se le introdujera a la mujer en grandes cantidades, y en una eyaculación se libera 3 a 5 centímetros cúbicos, ¡eso es una cantidad ínfima!”, explicó.
“Salvo que la mujer tenga los problemas antes mencionados, la pareja puede hacer el amor incluso hasta el día antes del parto”, reafirma el experto.


“Más ganas que antes”

“Después que pasaron las mareos y las nauseas, me aumento la libido, hacíamos el amor con mi pareja como siempre, pero cuando empezó a crecer la guatita, cambiamos a otras posiciones, ya que mi esposo tenía miedo de que le causáramos daño al bebé”, expresó Claudia de 31 años.
“Incluso al final sólo teníamos sólo sexo oral, porque tuve síntomas de parto prematuro, entonces el médico me recomendó evitar el coito y guardar reposo”, comentó la treintañera.
Frente a estos testimonios, el psicólogo, Raúl Martínez reafirma que más de la mitad de las mujeres, en el segundo semestre del embarazo aumentan su deseo sexual. “Hay mayor lubricación e irrigación sanguínea en los genitales, crecen los senos y aflora la sensibilidad en los pezones. Por todas estas variables muchas mujeres logran por primera vez un orgasmo, es más, pueden experimentar múltiples orgasmos”, admitió el experto en sexualidad de parejas.
Agregó, que el clímax sexual favorece la liberación de endorfinas y la oxcitocina, hormonas del placer, que contribuyen a que ciertas molestias del embarazo sean mejor sobrellevadas y que se mantenga la armonía de la pareja.


Posiciones sexuales

Por mucho que el acto sexual sexual no le haga daño al feto, de igual modo debe ser efectuado con delicadeza. “El hombre debe evitar cargar el abdomen de su amada, sobre todo a contar del quinto mes, de ahí en adelante lo indicado es probar con otras posiciones a la hora de hacer el amor.”, aconseja Henning.
Estas son: La mujer sentada sobre el hombre, aquí ella controla el grado de penetración y puede elegir los movimientos que le dan más placer. La segunda es el pecho de ella apoyada en la espalda de él, donde hay un coito vaginal pero por atrás, esta es una posición en que el hombre puede abrazar a su dama, besarla y acariciarle los senos. La tercera es una variante de la anterior: ambos de costado y cara a cara ideal para besarse y conversar, especificó.

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