“¡Porque te pones ese escote!”…”¡aquí mando yo!”….”señora tiene que volver la otra semana y hacer la fila”…¡porque eres tan estupido (a!) son algunas de las miles de vocablos con los cuales hemos sido tratados o bien nos han tratado en alguna ocasión.
Sin duda si una mujer o un hombre pronuncia tales palabras cargadas de ira o ironia, sin duda que exasperan a cualquiera sobre todo a aquellas personas de carácter fuerte, las que se alteran y las más débiles se sienten pasadas a llevar.
Ejemplos como estos son pan de cada día en nuestra sociedad, ya sea al interior de la familia, con los compañeros de trabajo, en el consultorio, en la fila del banco, etc., situaciones que aunque muy sutiles transgreden el ánimo psicológico y físico de las personas
De este modo entendemos que la violencia no sólo se trata de puñetes, combos, zamarreos o insultar a un individuo, sino que el hecho de "ningunear" a un sujeto, menospreciarlo por como anda vestido, no escucharlo, ridiculizarlo en público o aislándolo entre otros son claros y solapados síntomas de agresividad y maltrato para con el próximo.
Hechos como estos, van menoscabando la dignidad de una persona, analisis que sostuvieron algunos profesionales que participaron en el Primer Encuentro para la Prevención de la Violencia en Jóvenes Universitarios, organizado por la Dirección de Servicios Estudiantiles de la UdeC, Evento que tuvo lugar el jueves pasado en el auditorio de la Facultad de Ciencias Forestales en dicha casa de estudios.
A Juicio de uno de los expositores, el psicólogo del Centro de Estudios y Promoción del Buen Trato de la UC, Ricardo Salgado, la violencia no es sólo la agresión física sino la negación del otro, y para que se genere está dinámica, en la punta del triangulo se haya el abusador, la persona que ejerce la violencia o el abuso (padre, el jefe, la pareja, etc.), así en un extremo inferior está la víctima y el tercer elemento es la comunidad donde ocurre la relación abusiva.
Según Salgado este abusador se vale de la denominada Ley del Silencio a través de la amenaza o el chantaje hacia la víctima. Ejemplo: si me denuncias…te meto en la cárcel, si Usted no hace tal trabajo…lo despido, etc.
Esta dinámica ocurre tanto al interior de la familia del llamado microsistema, y por cierto se reproduce de igual forma en los sistemas educativos, de salud, judiciales, legal, policial y en las organizaciones religiosas, quienes con sus burocracias y desigualdades e injusticias ejercen un grado de agresión en los ciudadanos como los ejemplos citados anteriormente.
Finalmente Salgado postula de que lo que sustenta esta violencia en las relaciones humanas es la asimetría en el poder, y el control sobre la vida del otro, por lo tanto la solución sería que el abusador y la víctima estuviesen al mismo nivel, que se generará entre ambos un vinculo simétrico, y que por otro lado existiesen redes de apoyo para estás últimas.
El profesional explica que el buen trato tiene una raíz biológica y no es sólo una declaración romántica o de buenas intenciones, es más si una persona es respetada en sus derechos, tratada amablemente por un pariente, su pareja, o un funcionario, etc., sin duda que ella o él se sentirá agradado y dignificado, un simple detalle que hace que el sujeto libere una hormona llamada oxitocina, y que lo hará sentirse relajado y contento. Eh ahí la relevancia. http://www.buentrato.cl/
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