Wednesday, November 08, 2006

Reflexiones acerca de la Muerte


La muerte es un suceso tan normal de la vida, pero tan indeseado por todos, que cuando nos toca y nos arrebata un ser querido, la mayoría de las personas nos acordamos de Dios.
El desconsuelo y la impotencia de salvar a un hijo, un hermano, un familiar, hace a las personas implorar a los ángeles, a los santos y a Dios para que el todopoderoso le devuelva la vitalidad y la salud a la persona amada. En esos momentos hasta los más incrédulos se transforman en fervientes devotos, es tan grande el anhelo de ver nuevamente jugar a un hijo, de disfrutar el amor del padre, y la ternura de una madre, que parece que la Divinidad es la única salvación.
Tantas reflexiones sobrevienen a los dolientes mientras deambulan por los pasillos de los hospitales, clínicas y casas de salud, así en medio de la angustia, emergen una serie de sentimientos y sensaciones. Así en esas instancias introspectivas, afloran a la luz una serie de imágenes junto a la persona que a esas alturas lucha contra la muerte, una variedad de experiencias, olores, alegrías, una suma de vivencias que muchas veces nos remuerden la conciencia, al creer que no supimos valorar a ese individuo que yace tendido en su lecho agónico, recriminarse por no haber aprovechado los maravillosos momentos junto a él o ella…
Todas estas divagaciones propias del humano, me hacen pensar que lo más importante en la vida es estar consciente, es decir, estar aquí y ahora, un lema que la cultura oriental conoce muy bien, los budistas, los hinduistas lo practican… Realmente me hace mucho sentido, eso de estar con los cinco sentidos, viviendo el instante eterno, el momento, sea que estemos leyendo un libro, paseando con nuestros hijos, mirando televisión, etc. Y sobre todo con nuestros seres queridos…disfrutarlos al máximo.
Creo que eso es lo más importante en la vida, para después sentirse tranquilo al momento en que ese individuo tenga que partir de este mundo, y así se haga más llevadero el dolor y la tristeza que inevitablemente va a existir si de verdad amamos a esa persona.
Ahora siempre el gran miedo es que ese ser no sienta dolor físico al morir, la verdad que es muy difícil comprobar ese acontecimiento; sin embargo, hace unos días encontré está inquietud en un libro, donde una persona le pregunta a otra más sabia al parecer, si la muerte es efectivamente dolorosa, ante lo cual dicho maestro responde que para entender la vida y sus leyes tenemos que observar a la naturaleza.
Cuando el fruto está maduro cae por su propio peso y ya no hay dolor en el momento en que una manzana se desgarra de árbol; sin embargo podemos comprobar que cuando el fruto aún está verde, o sea en crecimiento, cuesta muchísimo arrebatarlo de sus ramas.
Esta metáfora entonces nos explica que es normal que un viejo se muera, porque ya acabo su ciclo de vida y por lo tanto la muerte es un proceso natural y lógico, en cambio, en el joven que se estrella contra un auto o muere fatalmente de improviso, la muerte es dolorosa, porque él aún está empezando a vivir y por ello le duele dejar tan repentinamente este mundo, a sus padres, sus amigos, etc.
Realmente esa lectura, me hizo mucho sentido y lógica, y quiero compartirla en estas líneas que escribo, a lo mejor puede dar una respuesta o un alivio a esas personas que están sufriendo la pérdida de un ser querido…Tal vez esta simple y profunda reflexión puede servir de consuelo a muchos que hoy lloran a un hermano, un hijo, un amigo, una esposa.

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