Tuesday, May 23, 2006

Se develó el misterio




Se develó el misterio

Las claves del Código Da Vinci

Tras la efervescencia hollywoodense, las recaudaciones en dinero, el éxito de taquilla y las críticas de los grupos católicos; en esta película, hay un misterio que trasciende a toda farándula cinematográfica. Ciertas claves, enigmas y revelaciones, dignos de análisis y reflexión acerca del humano.

Más allá de lo bueno o malo que nos parezcan los hechos, siempre hay algo de sabiduría que extraer, y la película el Código Da Vinci no es la excepción, tras su estreno en Chile, muchos la catalogaron con una herejía contra la iglesia católica, mientras otros aún se cuestionan donde está enterrada María Magdalena, y cual era el secreto.
Posturas a favor y en contra, pero para entender es necesario ir al fondo de la cuestión, dejando de lado las supuestas ofensas contra los Opus Dei, o la ensalzación de la figura de María Magdalena, es innegable que en esta historia, salen a la luz una serie de enigmas, revelaciones, símbolos, frases que tienen un contenido trascendental y de peso que hasta ahora no ha sido analizado.
Los símbolos paganos, espadas, templarios, sociedades secretas, cultos ritos, una serie de palabras e imágenes que están presentes en el film de Ron Howard,
El hombre de Vitrubio, la gran creación de Leonardo Da Vinci, aparece representada por Jaques Sauniere, ¿Qué representa esa obra maestra? Vemos a Sauniere al interior con sus brazos y piernas extendidas al interior de un círculo, sobre su piel yace dibujado un pentaculo o estrella de cinco puntas.
Símbolo que representa las fuerzas femeninas y masculinas, el ying y el yang de la naturaleza, el ser humano ascendiendo en equilibrio; a diferencia de la estrella invertida la cual se asocia con cultos satánicos, pues es la expresión del hombre caído hacia sus propios infiernos, pues ha perdido todas sus posibilidades de transformarse en un ser más elevado.

Sexualidad sagrada

Sobre este punto vemos en la película, una fugaz escena de un rito sexual, una experiencia que Sophie vio cuando era pequeña, algo que se interpreta como una ceremonia secreta. Tal vez el autor del código Da Vinci, quiso integrar erróneamente en un solo escenario, aspectos como rituales esotéricos entre personas que presencian la unión sexual del hombre con la mujer, lo que en el fondo esa pareja debería ser reemplazada por esa estrella o pentacúlo.
A lo largo de la historia de la humanidad, en la diferentes culturas y civilizaciones se ha venerado a las fuerzas más poderosas de la naturaleza, lo femenino y lo masculino, lo vemos en el día y la noche, la luz y la oscuridad, lo agresivo y lo pasivo, dos fuerzas complementarias que cuando están unidas tienen el don maravilloso de crear.
Todo se resume en la estrella, el hombre y la mujer sexualmente unidos, simbolizado en la espada y el cáliz, una sexualidad trascendental e íntima, que se funde con el sentimiento místico consciente, lejos de la lujuria pasional.
La clave para transformarse espiritualmente reside en la sabia utilización de las energías más sutiles y poderosas de la naturaleza. En el sexo reside la semilla para dar vida, no sólo a un bebé, sino que a ese “hombre interior”, al Súper Hombre como le llamaba el filósofo alemán, Federico Nietzsche, de ahí viene el vocablo Misión que significa “Mi Hombre” .

Gnosis

Así como esté una serie de elementos emergen a la luz en esta película, incluso muchos aspectos que durante siglos era conocido sólo por unos pocos, los templarios, las sociedades herméticas y las asociaciones gnósticas aún conservan esa preciada joya de sabiduría.
“Gnosis”, palabra griega que significa conocimiento está sustentado en cuatro pilares: la filosofía, la ciencia, el arte y la mística. Para lograr este conocimiento de tipo superior, debemos llevar a cabo ese trabajo alquímico, de convertir el plomo en oro, es decir, el individuo para palpar esa gnosis, debe antes liberarse de esos elementos inhumanos que carga en su interior, personificados en los defectos, también llamados los “Demonios Rojos de Seth” por los egipcios, o “Agregados Psicológicos” por los budistas.
La clave para ello es hacer vida y obra, aquella inscripción que aparece en el Oráculo de Delfos, “Hombre Conócete a ti mismo y conocerás al universo y a los dioses”. Realmente hoy ¿Quién se conoce a si mismo?, si todos los males del mundo residen en la propia ignorancia e inconciencia del hombre.
Esta claro que al eliminar un defecto, nace una virtud en nosotros, la cual se convierte la luz que alumbra nuestro camino y vida, nos hace más conscientes y despiertos.

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