En la época de la U, recuerdo a una personita que se hizó famosa por sus talentosas imitaciones, muchos se deleitaron con sus cómicos monólogos que aludían a los rasgos más emblemáticos de cierto compañero o profesor. Ella destacó por su buen humor y empatía con todos, en un primer momento junto a una rubia oriunda de Los Ángeles, la cual con sus espontáneas risotadas en plena clase, se destacó por los carretes en su pensión, y además por su habilidad para entablar vínculos sociales con agraciados caballeros de ingeniería. A su vez, la chica de cabello largo que conducía su llamativo auto rojo, en un comienzo se le vió extremadamente apegada a su ex camarada de colegio, más con el paso del tiempo deambulaba muy risueña junto a su actual gran íntima. Ambas se convirtieron en mis mejores amigas de la U. Las tres vivimos nutritivas jornadas en el campo, reunidas bajo una acogedora carpa brindando con un singular trago inventado para la ocasión, así nos deleitamos con simples detalles con el fin de afianzar ese lazo tan noble.
Un saludo para María Carolina, Yasna, Ingrid y Carolina.
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