Recuerdos de bebé

¡Venga para acá mi niñita (o)!, ¿Tiene hambrecita? ¿Quiere comer puré con huevito? yaaaaaaaaaa exclama la pequeña...¡¡¡que ricoooooo!!!

Uff que grito más lindo debe ser para esa abuelita, aunque para el resto parezca una feroz estridencia, que su nieta pregone a los cuatro vientos lo feliz que se siente con ella, y que está la cuide y la regalonee...

En una de los tantas vivencias que tengo de mi infancia, en casi la mayoría, está presente "la Yita" como la bautice, según cuenta la leyenda. Recuerdo que siempre me tomaba en bracito y me hacia dibujar “Al tata regando”. ...en fin parece que se entretenía conmigo...Me cuidaba mucho...

Y yo también era muy plena, me sentía rodeada de cariño....nunca vi una mala cara o un desprecio hacia mi menuda personita...y si los adultos tenían sus problemas como todos en la vida me imagino, nunca sentí eso en esa gran casa, donde en las tardes cuando los grandes dormian la siesta, me aburría como ostra, al final no se me ocurría nada mejor que jugar con las hormigas en la ventana a pleno sol...mi máxima hazaña era cercarles el paso a estos insectos, y verlas acorraladas...hasta que el jueguito acaba cuando alguien despertaba...

Lo fabuloso después era tomar once, sobre todo cuando me cocian un tarro de leche condensada (a baño maría) lo que se transformaba en un exquisito manjar...¡mmmm que delicia!. En esos años mi consigna era wacala a la cazuela, a la carne con grasita, a las sopas, lo mejor era degustar mi manjarcito...ah y el cerelac. (casi lo olvidaba)

En fin...de aquellos tiempos ya no conservo ningún juguete, ni una muñeca, ni la Heidi que tanto amé, la única evidencia son las fotos, y ésta que aparece adjunta a este texto, es especial, me gusta porque resúme muchas sensaciones que he plasmado en este relato...¡¡¡La niña aplaudiendo...cantando y su abuelita feliz la sostiene en sus brazos...!!!!
Que ese tierno espectáculo...no cese para los niños (as) que ya están y que a la vez sea una escena premonitoria para los que NACERAN!