Por Paula Villanueva Burgos
..."No quise hacerte daño....si te di una bofetada fue porque me sacaste de quicio en ese minuto....mmm sinceramente no me di cuenta...me dejé llevar por el impulso pero jamás pense premeditadamente en herirte o traicionarte..."
Así podría darles miles de sofisticados argumentos, disculpas, perdones, etc, pero el caso es que en algún minuto de nuestra vida cual más o menos ha agredido fisica, sicológicamente o ambas juntas a algun ser humano sea nuestro padre, madre, un tío, primo, amiga, sobrino, vecina, cuñado etc. Está claro que errar es humano y perdonar es divino como versa la máxima, pero más que analisis faranduleros o de si ese grito, "pará de carro", o tirada de orejas fue justo o no, lo que me suscita interés es la intención y efecto de gran parte de los actos del individuo.
Me cuestiono por ejemplo, si un hombre sedujo durante tres meses a una mujer, invitandola a comer o regalándole flores, o adulandola, su fin oculto haya sido el enamorarla para robarle dinero, o un hijo adolescente le miente constantemente a su madre, sólo por hacerle mala sangre porque está resentido con ella.
He llegado a un punto de mi vida que reflexiono sobre si realmente existe la gente mala o sólo se trata de seres insconcientes o dormidos, como dijo Jesús en la cruz mientras los romanos le enterraban los clavos..."PERDONALOS SEÑOR PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN".
En cierta medida le encuentro razón al mesias, en esa profunda expresión...ya que claramente uno siente que en ocasiones, el chaqueteo, la mala onda, o las bromas ironicas, los empujones o exaltaciones de algunos (as) para con uno, se justifican entre comillas dada la condición sicológica de las personas, con mayor aún si algunas vuelcan su malicia en estados de borrachera o bajo el efecto de alguna pastillita.
Y por último uno ya sabe como son estas personas y con que "chichita nos estamos curando", ya que conocemos sus artimañas, pues son frontales en su beligerancia, o sea son "lobitos con pieles de lobitos".
Pero ¿Qué sucede con los lobitos con pieles de ovejita?, los cuales a la larga resultan ser más ponzoñosos que los anteriores, ya que ellos son conscientes de sus actos, es decir, hacen maldad por que su idiosincracia es perversa.....pero disfrazada bajo un seductor envoltorio. Aqui claramente hay niveles de maldad, pero lo peor es que uno cree que la asesina o el violador son enfermos mentales, pero a veces resulta que son así, malos por naturaleza como la famosa Quintrala.
El lado oscuro de la fuerza nos encandila
Ahora ¿Se han preguntado por qué a todos los mortales nos seduce todo lo prohibido, o ciertas personas malulas o inmorales nos parecen "atractivas"?, ya que nos dejamos encandilar por ese brillito de sus ojos o el tono de su voz, tan peculiar...¿como así? dirán ustedes.
¿Se han fijado que cuando vemos película donde aparecen el niño bueno y el chico malo, éste último "se asume" más astuto, más inteligente, más pillo que el bondadoso?, sin embargo esa brillantez falsa no es más que la manifestación del demonio del egoismo narcicista que abunda en esta clase de especímenes que buscan a toda costa satisfacerse a si mismos. Así cuando el malo ha encontrado una nueva víctima al cual venderle la pomada, encandilarla o succionarle su energía (vampirismo sicológico) su alegría se refleja en ese brillito oscuro que trasmite por sus ojos, gesto que se malentiende como inteligencia o encanto.
Según un amigo, no todos los tipos de pérfil sicopatico son tan inteligentes como se los pinta en las películas o bien los que Usted conoce o alguna vez conoció en la vida real....Ya que si fueran inteligentes en el sentido más completo de la palabra, de partida no cavarian su propia tumba... con esto digo que puede parecer por un rato que los malos lo pasan bien, porque hacen tontas a las gentes, hurtan si pueden, y utilizan a aquellos que dicen llamarle sus amigos, pero más temprano que tarde empiezan a hundirse en el lodo...y al final terminan sólos, viejos y enfermos, en eso coincido con los cuentos de hadas, donde casi todos los villanos terminan en el más absoluto desamparo y sufrimiento.
¿Y que hay con los buenos?....generalmente él que hace las cosas bien en la vida es tachado de pavo, menso, o poco avispado en algunos casos....sobre todo por una cuestión de brillo, ya que el tipo buena gente no tiene el demonio del egoismo y de narcisismo tan vivo como su contrario, por esto es que en la literatura, en el séptimo arte y en la vida real, la gente buena parece "no tener ni un brillo"...ni inteligencia o astucia...aunque pueden tener muchas virtudes pero sólo se ven con el corazón (con el sentido interno de la intuición) me tinca que es buen cabro, me tinca medio grupiento, etc. Todos tenemos tincadas o apreciaciones de las personas con las cuales tratamos o vemos, independiente que nos parezcan bonitas y menos agraciadas en apariencia.
Pero como dije anteriormente, se cree que el noble y generoso es un perdedor o un looser, y puede que si..aunque sólo por un rato; ya que a la larga la hace de oro...Las personas que son fieles a si mismas y están en el camino de la sabiduria, saben a lo que se exponen y así van cosechando pese que el lado oscuro las tienta y les ofrece un placer exquisito, pero en el fondo uno sabe que ese gustito es hipnótico y fugaz y tiene un fin poco amable...en cambio, lo otra satisfacción que se recibe tras ejecutar acciones acordes al orden natural, cuesta describirlas...el trofeo se siente fuerte y poderoso.
- Aclaro que a la luz de este texto defino el mal como todo aquello que duerme la consciencia del sujeto, induciéndolo a fantasear o a sucumbir ante todo lo que la vida "le ofrece", sin medir las consecuencias de sus actos. En suma lo que lo hace sumergirse en el hedonismo, en el materialismo exacerbado, en la ilusión, que al comienzo suele ser placentero pero a la larga se trasnforma en sinsentido, vacio existencial, así muchos enferman de alma y atentan contra su vida o en el peor de los casos se suicidan.
- A su vez, defino bien, como todo aquello que tiende a despertar al hombre de su madriguera mental, y que lo libera de las esclavitud sicológica y material, pero no despegando los pies de la tierra. Así adquiere esa fé la que los cristianos católicos le atribuyen el poder de mover montañas, en mi caso eso tiene un sentido espiritual y también físico (ciencia).
- Cuando me refiero a que el malo tiene incrustado el demonio de egoismo y del narcisismo en siquis, lo expreso en el sentido sicológico valga la redundancia. ¿Han oido hablar sobre los demonios rojos de Seth,? así denominaban los egipcios a los defectos sicológicos (ver libro Sicología Revolucionaria de Samael Aun Weor)
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